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sábado, 26 de marzo de 2011

La tecnología no es la culpable


La interactividad, con sus nuevas posibilidades y formatos, están dando paso a una apertutra de caminos en la democracia digital.


Se comete el error de pensar que todo el mundo tiene acceso a estas tecnologías de comunicación, a Internet. Pero existe algo llamado brecha digital, de la que hablé en El cuarto mundo. Esta brecha digital se basa en una estratificación que no aparece de un modo casual, sino que parte principalmente de intereses concretos. Según esta teoría, estarán conectados a la red aquellos territorios, zonas e individuos que generen “valor” para la sociedad, de este modo, los que no aporten la suficiente riqueza al sistema no contarán con un gran apoyo para igualarse tecnológicamente. Es decir, el modo sociotécnico de internet sólo conectará con los territorios que ofrezcan unos beneficios determinados, los demás serán olvidados de forma paulatina.




¿Tenemos que cambiar el ideal democrático en vista a que ya no puede existir una democracia tal y como la contemplábamos en un principio respecto a una igualdad en todos los sentidos?

La tecnología es un canal que sirve de contenedor para un mensaje, para un continente que ya existe y que busca el mejor modo de llegar a su destino. Muchas veces se culpa a la tecnología de ser la culpable de revuelta spolíticas, o de descargas ilegales por internet. Pero la realidad es muy distinta, la tecnología está en nuestras manos y somos nosotros los que la usamos para llevar a acabo acciones que ya queríamos relaizar anteriormente. Es un medio más, un medio que se utiliza para desarrollar y evolucionar en el terreno de la comunicación.

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