Una vez más informo: no se acerca el apocalipsis del periodismo.
Mucho se habla en los últimos años del destino del periodismo dentro de esta crisis que lleva detrás de la prensa informativa bastante tiempo. Los nuevos medios se han manifestado muchas veces como los culpables de esta crisis, que ha puesto en peligro uno de los medios de comunicación más tradicionales, si no el primero, que tanto tiempo lleva informando a la sociedad. Bien, tranquilos. La información no morirá con el periodismo tradicional, de hecho, todavía nadie puede asegurar que esto segundo vaya a ocurrir.
El periodismo se basa en la información, en la noticia, y por consiguiente siempre que haya información y noticia habrá periodismo. Es el medio el que cambia, gracias a Buda, es el formato el que se adapta a los nuevos recursos. Hace 50 años nadie se imaginaba leyendo el periódico en un rectángulo con luz, pero ahora millones de personas se mueren si no tienen el último modelodel iPhone y esperan colas durante horas (a veces varios días consecutivos si se agotan) en las tiendas newyorkinas hasta conseguir uno.
Desvelado el misterio de la no-desaparición del periodismo, del periodista y hasta de la información, podemos proceder a entender el funcionamiento de este mercado. El periodismo es una empresa, y como tal ha de apañárselas para mantenerse en el mercado.
Si existe una crisis es precisamente por el tratamiento que hacen estas empresas de la información. El copia y pega debería haberse acabado hace más de un lustro (como mínimo) cuando lo de internet todavía era una novedad y la Encarta se acababa de arruinar. Pero ahora ya ha pasdo el suficiente tiempo como para que las empresas se hayan dado cuenta de que lo que les va a llevar a la calidad y a la venta/lectura de sus contenidos es la diferenciación (basada siempre en la veracidad), la originalidad (en cuanto a trabajos propios), la hipertextualidad, la actualización, la interactividad y por último la participación (esta última todavía está desarrollándose).
La información se ha convertido en una mercancia, desde hace mucho tiempo, y es normal. Un periodista ha de defender la verdad y la legalidad, pero sí, también tiene jefe y también debe hacer lo que le manden. Esto ha provocado que el tratamiento de la información (regido por las rígidas normas del mundo empresarial) no haya sido tratada del mejor modo. En mi opinión la crisis periodística es una crisis empresarial, por dos razones:
1. El trato que se le ha dado a la información, que ha empeorado, en general la calidad (y ahora me refiero sobre todo a los medios digitales).
2. Una crisis económica que ha expulsado a empresas del mercado y reducido el presupuesto general (ahora me refiero más a la prensa impresa).
1. El trato que se le ha dado a la información, que ha empeorado, en general la calidad (y ahora me refiero sobre todo a los medios digitales).
2. Una crisis económica que ha expulsado a empresas del mercado y reducido el presupuesto general (ahora me refiero más a la prensa impresa).
Bajo mi punto de vista, los usuarios a veces olvidan que el periodismo forma parte de la empresa de la comunicación. Esto no sirve como justificación, ni mucho menos. Lo que quiero decir es que si los usuarios lectores son en realidad clientes que pagan por un servicio, este servicio debería satisfacerles al 100%. Si no lo hace, el usuario dejará de comprar, así de fácil.
Señores empresarios de la comunicación. Empiecen a aprobechar las nuevas tecnologías y los recursos de la web, hagan periodismo de calidad y no sucumban a la redacción fácil y vacía y, quizás, empiecen a ver mejorías en su empresa, la empresa d ela información.
Aquí os lo dejo:
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